Mientras todos se preguntan por qué, yo me pregunto ¿y por qué no?

miércoles, 2 de julio de 2014

Los pinos de San José (no a la tala)

Pues sí, un asunto curioso, desde luego. Sobre cómo las redes sociales pueden movilizar a la gente y llevar a situaciones de lo más curiosas.
Resulta que ayer por la mañana un señor de Iberdrola aparcó con su furgoneta delante de mi casa.
- ¡Buenos días!
- Buenos días tenga usted -le respondió mi abuelo; y bajó a hablar con él.
Cuando subió me vino a explicar que lo que aquel señor quería era informarnos de que van a cortar cinco o seis pinos de los que están al lado de nuestra casa, en el borde de la carretera de Alfondeguilla, a su paso por la ermita de la Sagrada Familia de La Vall d'Uxó; más concretamente, dentro del Paraje Cuevas de San José, el principal atractivo turístico del pueblo. Para quien no conozca la provincia de Castellón, diré que el Paraje se enmacarca a las puertas de la Sierra de Espadán, y que en él se encuentra el río subterráneo navegable más largo de Europa, y el segundo más largo del mundo, así como la ermita de la Sagrada Familia, patrones de La Vall d'Uxó.
Pues bien, se trata de una zona muy privilegiada por distintos motivos. En primer lugar por su valor turístico, ya que las Grutas y, con ellas, todos los restaurantes, bares, tiendas y empresas de ocio de la zona representan una importante fuente de ingresos para La Vall. Además del turismo, es una zona de importancia emotiva para la gente del pueblo, ya que en ella se celebra el día más importante de nuestras fiestas patronales de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo. Igualmente, se trata de una zona de una importancia ecológica de primer orden, ya que la sierra de Espadán es una zona de una belleza paisajística sin parangón y en la que la naturaleza se muestra  sin veladuras, desnuda.
La belleza salvará el mundo, dijo Dostoiewski. Yo creo que eso es cierto. O al menos la belleza debe ser una de las características de lo-que-sea-que-salve-el-mundo. Y la belleza en la naturaleza en la sierra de Espadán se muestra tan desnuda que al alma sensible, contemplativa, le resulta imposible contemplarla y no creer en Dios.
Pero bueno, no nos pongamos tan metafísicos. El caso es que llegaron los señores de Iberdrola con la gran idea de quitar esos pinos porque resultan peligrosos para el tendido eléctrico. Pero vamos a ver, caballeros; esos pinos llevan donde están -no se mueven, los pobres- más de cincuenta años, y el tendido eléctrico es el mismo desde hace... ¿yo qué sé? ¡Desde que tengo memoria desde luego, y supongo que desde antes! Y en los últimos dieciocho años nunca ha pasado nada. Así que digo yo que no serán tan peligrosos los pobres árboles. Y si lo son, probablemente el problema esté en los cables de la luz, y no en los árboles. Pero claro, debe ser mucho más caro subir los cables diez metros para arriba que cortar los árboles.
Y al final, damas y caballeros, el capitalismo tiene estas cosas: el máximo beneficio pasa siempre por encima de los árboles, de los valores éticos -y desde luego de las virtudes morales-, y, en última instancia, de las personas.
Vivimos en un sistema donde lo mejor es lo más rentable, y eso no puede ser así. Si solamente tenemos en cuenta el valor material de las cosas, su utilidad, nadie estudiaría Filosofía. Por eso está desapareciendo el Latín del sistema de enseñanza. Por eso la gente vive cada vez más rápido, sin pararse a pensar en su porqué, ¡ni siquiera en su para qué! Por eso hay tanta gente infeliz. Por eso el valor de la persona en la sociedad no se tiene en cuenta. Por eso se ningunea la familia. Por eso todo es de usar y tirar. Los cubiertos, los cepillos de dientes, las bolsas del supermercado, los matrimonios y las personas.
Así que me encendí mucho cuando supe que se iban a cargar mis pinos porque Don Iberdrola así lo había decidido. Digo mis pinos no porque sean de mi propiedad, ¡pero son de mi paisaje! De modo que pensé que algo había que hacer. Lo primero que hice fue escribir al Ayuntamiento, a la Concejalía de Urbanismo y Medio Ambiente, explicándoles la situación. A continuación escribí también a un periódico local -que, por cierto, todavía no ha contestado. ¿Eso es estar al pie de la noticia?-; y por último escribí también un WhatsApp en el que contaba muy brevemente lo que iba a ocurrir con los pinos de San José.
Pues bien, el caso es que he podido experimentar de primera mano la inmediatez del mundo en el que vivimos. Puse el WhatsApp en seis o siete grupos y en unas pocas horas ya había dado la vuelta al pueblo varias veces. Esto lo hice mientras me tomaba el café después de comer, allá a las tres de la tarde.
Fijaos hasta qué punto son inmediatas las nuevas tecnologías que a las ocho de la tarde -cinco escasas horas- el Partido Socialista, a través de la página en Facebook de una de sus miembros locales, convocaba una concentración por los pinos de San José hoy a las ocho de la tarde en la ermita de la Sagrada Familia.
Los pinos que cortarán son los del borde de la carretera
Además, esta mañana he recibido una respuesta del Ayuntamiento, que está en manos del PP, asegurándome que van a hacer todo lo posible por evitar la tala de los pinos, y que me mantendrán informado de lo que vaya ocurriendo.
Así que estoy contento, porque los dos principales partidos han tomado ya cartas en el asunto. Lo malo es que probablemente ahora se dediquen a hacer política barata con esto. Pero bueno, a mí lo que me preocupa es salvar los pinos, así que espero que se consiga finalmente.
Lo curioso del asunto es que los medios de comunicación locales todavía no se han pronunciado al respecto. ¿Dónde han quedado esas escenas tipo The newsroom donde los periodistas están matándose por averiguar si la noticia es verdadera y darla antes que nadie? En fin, ya se ve que el WhatsApp funciona mucho más rápido que cualquier redacción de periódico.
Así que nada, deseo con todas mis fuerzas que al final salgamos bien parados de todo esto y que no nos corten los pinos, que son una pérdida para todo el mundo.

¿Y por qué no paramos la tala?

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