¿Sabéis? Me he dado cuenta de que mucha gente es infeliz. Pero mucha más gente de lo que imaginaba. Y a veces no lo saben. Ellos dicen que no se puede ser feliz. Y además te cuestionan si dices que lo eres. Los felices nos hemos convertido en una especie de charlatanes. "No se puede ser completamente feliz, y quien diga lo contrario miente". ¡Y punto! ¡Y se quedan tan anchos!
Una de las características de la infelicidad es su omnisciencia y la seguridad en sí misma y en su absoluta verdad. Los más pesimistas están convencidos de poseer la verdad del universo, y te miran como compadeciéndote.
Pues yo los compadezco. Se puede ser feliz. Se puede ser idealista y luchar por un mundo mejor. Tengo diecisiete años. Espero poder decir lo mismo dentro de diez, veinte, treinta, cuarenta años... o los que sean. Como diría mi tocayo Theodor Körner, "sólo desde que amo es bella mi vida; sólo desde que amo sé que vivo"
Ojalá sigamos siempre amando, siempre soñando cosas grandes, siempre luchando.
¿Y si caemos?
A levantarse.
Amén.
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